El certificado energético anexa en su documento unas
propuestas para mejorar la eficiencia energética de los inmuebles, con el
objetivo de informar y concienciar al usuario que con una inversión razonable
se puede obtener una etiqueta energética superior y colaborar con la conservación
del medio ambiente. Dichas mejoras se centran sobre todo en el aislamiento de
la envolvente y en las instalaciones térmicas. Analizando estas recomendaciones debemos tener
en cuenta los sistemas alternativos de calefacción.
El confort del hogar viene relacionado directamente con los beneficios de confort térmico, para la
creación de esta estabilidad están los sistemas de calefacción, refrigeración y
agua caliente sanitaria. Centrándonos en las instalaciones térmicas es
importante entender la relación entre el consumo energético y el gasto
económico, el cambio de su viejo aparato de calefacción por una caldera nueva y
moderna, que utilice energía verde supondría una reducción de emisiones de CO2
y un ahorro considerable en su factura.
Un sistema eficiente de calefacción central puede subir la
etiqueta energética del inmueble, por ejemplo las unidades HVAC (siglas en
inglés de calefacción, ventilación y aire acondicionado). Son intercambiadores
de calor que controlan el movimiento, la calidad y la temperatura del aire para
ventilar, calentar y enfriar, la energía es consumida por las partes del
sistema que calientan y enfrían el aire, y el movimiento del aire con
ventiladores, son verdaderamente eficientes, pero utilizan como energía
primaria la electricidad.
En cambio una caldera de PELLETS nos proporciona una energía
natural y renovable en la que no se pierde nada ya que la biomasa emite menos
dióxido de carbono que los combustibles petroquímicos o que la electricidad y
cuesta menos. En principio la opción más beneficiosa.
También es posible el uso energético de la BIOMASA de origen
FORESTAL, la que procede de podas o talas, que beneficia también en cuanto a la
limpieza del monte. La factura energética puede reducirse hasta un 75% gracias
a la sustitución del viejo sistema de calefacción con gasóleo y electricidad.
La ventaja para el consumidor son el ahorro y los costes
previsibles, ya que, según el informe de precios energéticos del IDAE del 2012
el precio del litro de gasóleo C -el usado en calefacción- tuvo un
encarecimiento casi del 9 %, mientras que el precio de la biomasa (astilla de
pino triturada o pellets de madera) se mantuvo invariable.
Pero la biomasa forestal, como en todos los sistemas térmicos
tiene un pero, para ser rentable tiene que ser consumido de forma local, a
menos de cien kilómetros de distancia de la planta de procesado.
Cualquier persona puede invertir, como se recomienda en el
certificado energético, en cambiar sus viejas calderas por alternativas más
modernas y menos dañinas, pero como indica el Real Decreto 235/2013, esto
corresponde al propietario decidirlo. Solicitud de presupuesto de certificado energético en certificadoenergeticovalencia.com