viernes, 23 de mayo de 2014

SISTEMAS ALTERNATIVOS DE CALEFACCION



El certificado energético anexa en su documento unas propuestas para mejorar la eficiencia energética de los inmuebles, con el objetivo de informar y concienciar al usuario que con una inversión razonable se puede obtener una etiqueta energética superior y colaborar con la conservación del medio ambiente. Dichas mejoras se centran sobre todo en el aislamiento de la envolvente y en las instalaciones térmicas.  Analizando estas recomendaciones debemos tener en cuenta los sistemas alternativos de calefacción.


El confort del hogar viene relacionado directamente con  los beneficios de confort térmico, para la creación de esta estabilidad están los sistemas de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria. Centrándonos en las instalaciones térmicas es importante entender la relación entre el consumo energético y el gasto económico, el cambio de su viejo aparato de calefacción por una caldera nueva y moderna, que utilice energía verde supondría una reducción de emisiones de CO2 y un ahorro considerable en su factura.


Un sistema eficiente de calefacción central puede subir la etiqueta energética del inmueble, por ejemplo las unidades HVAC (siglas en inglés de calefacción, ventilación y aire acondicionado). Son intercambiadores de calor que controlan el movimiento, la calidad y la temperatura del aire para ventilar, calentar y enfriar, la energía es consumida por las partes del sistema que calientan y enfrían el aire, y el movimiento del aire con ventiladores, son verdaderamente eficientes, pero utilizan como energía primaria la electricidad.


En cambio una caldera de PELLETS nos proporciona una energía natural y renovable en la que no se pierde nada ya que la biomasa emite menos dióxido de carbono que los combustibles petroquímicos o que la electricidad y cuesta menos. En principio la opción más beneficiosa.


También es posible el uso energético de la BIOMASA de origen FORESTAL, la que procede de podas o talas, que beneficia también en cuanto a la limpieza del monte. La factura energética puede reducirse hasta un 75% gracias a la sustitución del viejo sistema de calefacción con gasóleo y electricidad.


La ventaja para el consumidor son el ahorro y los costes previsibles, ya que, según el informe de precios energéticos del IDAE del 2012 el precio del litro de gasóleo C -el usado en calefacción- tuvo un encarecimiento casi del 9 %, mientras que el precio de la biomasa (astilla de pino triturada o pellets de madera) se mantuvo invariable. 


Pero la biomasa forestal, como en todos los sistemas térmicos tiene un pero, para ser rentable tiene que ser consumido de forma local, a menos de cien kilómetros de distancia de la planta de procesado. 


Cualquier persona puede invertir, como se recomienda en el certificado energético, en cambiar sus viejas calderas por alternativas más modernas y menos dañinas, pero como indica el Real Decreto 235/2013, esto corresponde al propietario decidirlo. Solicitud de presupuesto de certificado energético en certificadoenergeticovalencia.com

viernes, 21 de febrero de 2014

Energía renovable para una Europa sostenible



Los ciudadanos piden que se apueste por renovables

La energía es la clave en el mundo actual y así lo ha entendido la Unión Europea planteando el objetivo 20/20/20 para el año 2020,  que consiste en un veinte por ciento menos de emisiones de Gases de Efecto Invernadero, un veinte por ciento más de eficiencia energética y un veinte por ciento deenergías renovables sobre el consumo final de energía para 2020. Una energía limpia será el eje de una Europa sostenible.

Europa tiene mucho potencial sin explotar. El ahorro de energía ha aumentado con las energías renovables al igual que el número de puestos de trabajo. Ya hay un millón de empleos en el sector de las renovables en Europa, que puede llegar a los dos millones y medio en diez años. Eso contribuiría a nuestra competitividad,  en la que Europa ya tiene un peso, no sólo en la manufactura, sino en la instalación y el mantenimiento.

Europa debe ser más eficiente, utilizar menos energía, crecer en renovables, pero con la mirada puesta en la innovación y utilizar más gas y menos carbón. El gas supone una emisión de C02 un 50 por ciento menor que el carbón. Las energías renovables deberían pasar del actual 18 por ciento al 36 en 2030. La Unión Europea, que importa la mitad de la energía que consume, sigue siendo muy dependiente del petróleo y el carbón. 

El sector de la energía es el principal contaminante y la Unión Europea está intentando liderar un nuevo acuerdo mundial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, responsable del calentamiento global, que sustituya al Protocolo de Kyoto.
 
Los ciudadanos piden que se apueste por las energías renovables.  El 70% de los europeos dice que deberían ser fuentes renovables de generación, frente por ejemplo, al escaso 18% que se decanta por la nuclear o el 9% por el gas de fracking. Destaca también que un 28% de los encuestados se decante por medidas de eficiencia energética (en principio el Certificado energetico sirve para posicionarnos a que nivel nos encontramos con respecto a eficiencia en nuestros inmuebles).  Esto refleja claramente, una tendencia que es totalmente diferente a la adoptada por gobiernos y grandes lobbies energéticos. Todo sobre el certificado energético aquí


En el caso de España los datos son aún más demoledores y contrarios a lo que el oligopolio de eléctricas y petroleras han diseñado. Los españoles en un 81% piden que se apueste por fuentes renovables en un futuro inmediato, frente al 16% que apuesta por fuentes como la nuclear o el 7% que ve en el gas de fracking y otros hidrocarburos no convencionales una posible alternativa. 


Habría que analizar a fondo este proceso de cambio de modelo energético con una puesta al día del cumplimiento de las directivas, el papel del ahorro y la eficiencia en las ciudades, la participación ciudadana y, por último, la vinculación de todas estas políticas con la salida de la crisis. Se trata de repasar lo que se está haciendo en Europa y lo que se hace (lamentablemente, lo que no se hace) en España.


En definitiva, mientras las grandes empresas eléctricas de este país prosiguen con su campaña de acoso y derribo a las energías renovables, el ciudadano tiene una visión bien diferente de como debe ser nuestro futuro. Es hora de cambiar el modelo. No podemos admitir que un centenar de directivos de estas empresas, que velan únicamente por su propio beneficio, dicten cual debe ser la política energética de cerca de 47 millones de personas.